Método Kaizen – ¿Cómo aplicar esta técnica al estudio?
¿En qué consiste?
Para ir entrando en materia, es interesante saber que el Método Kaizen también se conoce como la “regla del minuto”. Viene de la traducción al español del término japonés de “kaizen”, que no es otra que significa “mejora o cambio beneficioso”.
Para que lo entiendas, este método es la cara opuesta al planteamiento ese que todos nos hacemos al iniciar el año: “voy a ir al gimnasio”, “dejo de fumar”, “cambio de trabajo…” Grandes metas que implican enormes cambios en nuestras vidas. El Método Kaizen se basa, por el contrario, en los pequeños detalles pero continuos. Es decir, alcanzar las metas con acciones sencillas que llevás a cabo de forma continuada, sin interrupciones. Esta forma de enfrentar los retos evita, sobre todo, que te vengas abajo ante el primer fallo o imprevisto. Es más eficaz a largo plazo porque elimina el riesgo de la desmotivación, probablemente la causa más frecuente de que abandonemos nuestros proyectos y metas, y te ayuda a mejorar la concentración al estudiar y la producción.
Cómo poner en práctica el método Kaizen en tu vida de estudiante
El método Kaizen también es conocido como “regla del minuto”. Se llama así porque lo que plantea es que, cada vez que incorpores una nueva tarea, empieces a practicarla todos los días a la misma hora durante un minuto, aproximadamente.
Puede parecerte un poco raro al principio, pero de lo que se trata es de “engañar” a tu cerebro. Con este simple gesto, incorporás sin esfuerzo esa nueva actividad a tu rutina. Tu mente no la percibe como un reto y la automatiza rápidamente como un hábito. Ni pereza ni pensamientos negativos, porque hemos asimilado esa tarea como algo asequible y apetecible.
Aplicarlo a tus estudios no es complicado. No es necesario que te tomes al pie de la letra lo del minuto.
Las claves para aplicar el Método Kaizen al estudio son:
– Analizá en qué horas del día rendís más estudiando.
– Fijá una hora a la qué comenzar todos los días. Es imprescindible que cumplas con ese horario de estudio al inicio estrictamente porque se trata de establecer una rutina.
– Organizá tu calendario de estudio con tiempos determinados. La primera semana ponete un periodo corto, por ejemplo 20 minutos. Incrementá progresivamente 20 minutos semanales. Es un tiempo orientativo, podés poner algo más o menos, según lo veas. Lo importante es que comiences con una cantidad pequeña, la mantengas fija durante unos días y la vayas aumentado de forma razonable.
– Felicitate cuando consigas el objetivo. Nada es más útil para afianzar nuestra motivación que un halago por el trabajo bien hecho.
Intentá seguir un procedimiento estandarizado para afrontar la preparación, sin dejar nada al azar o a la improvisación.
Intentá seguir un procedimiento estandarizado para afrontar la preparación, sin dejar nada al azar o a la improvisación.
Para poner esta metodología en práctica, a la hora de estudiar hacé lo siguiente:
– Primera lectura ágil del tema, procurando comprender las ideas fundamentales: ¿De qué va el tema en líneas generales?
– Segunda lectura, atenta y detallada; elaboración de esquemas, resúmenes o mapas mentales: Podés ir de a poco y hacer una lectura de 2 o 3 párrafos (o media carilla) y luego preguntarte ¿Cuál es la síntesis o idea de este fragmento del texto? Y resumirlo en una línea.
Al final tendrás, a modo de resumen, algunas pocas líneas con las ideas y no el texto completamente destacado o subrayado. Al haber realizado una lectura ágil primero, se vuelve más fácil resumir en este paso.
– Memorización. En este punto, es fundamental tener una actitud proactiva, con la máxima concentración y evitando distracciones. De acuerdo con el método Kaizen, deberías mejorar la retención del tema en pequeños incrementos continuos.
– Repaso. De nuevo, cada repaso debería fortalecer el dominio del tema de forma incremental.
Por supuesto el enfoque Kaizen es compatible con cualquier método de estudio que pueda ayudarte en el proceso. Así, podemos mencionar la técnica Pomodoro, reglas mnemotécnicas, repetición espaciada, entre muchas otras.
Periódicamente, evaluá el rendimiento de este sistema. Así, además de las pequeñas mejoras que puedas incorporar en cualquier momento, debés dedicar un tiempo específico a ponerte a prueba.
¡Ponelo a prueba y optimizá el proceso de estudio!
A modo de cierre, te compartimos esta reflexión para que tengas presente:
Fuente: Método Kaizen: ¿cómo aplicar esta técnica japonesa a tus estudios? (lasoposiciones.net)
Para saber más acerca de este método, visitá: Método Kaizen: definición y cómo aplicarlo al estudiar oposiciones (opositatest.com)